¡Hola a todo el mundo y bienvenidos a este segundo post!
Hoy me
gustaría compartir algunos consejos para viajar en solitario. Yo viajé sola por
primera vez con 25 años y procuro hacerlo una vez al año. Viajar no es algo obligatorio
como nos quieren hacer creer, pero no me gustaría que nadie se prive de ese
placer por el simple hecho de no tener con quien compartirlo.
Por ese motivo os dejo a continuación una serie de trucos o consejos que yo
misma he ido aprendiendo de mi experiencia y que creo que pueden animar a dar
un último pasito a aquellas que todavía están indecisas.
Al redactar este post me he enrollado mucho, así que lo divido en dos partes. Recordad compartir este post si os resulta útil y aportad vuestras propias experiencias o consejos.
Un abrazo y feliz lectura, ¡nos vemos en la segunda parte!
- Ponerse límites
Ufff, no suena muy
bien, ¿verdad? Yo soy la primera que animo a la gente a que haga aquello que
desea, pero siempre bajo la batuta de la prudencia. Y en el caso de los viajes
se traduce a elegir un destino del primer mundo y, a ser posible, cuya lengua
dominemos. Sé que muchas mujeres se han encontrado a sí mismas haciendo yoga a
las orillas del Ganges o meditando bajo el sol de la sabana africana, pero que
queréis que os diga, a mí me parece una temeridad a no ser que se trate un
viaje organizado (cosa que para mí ya no entra en la categoría de “viajar en
solitario”). Sé que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento, pero todos
sabeos que hay lugares más “predispuestos” que otros a que pasen determinadas
cosas. La libertad no está reñida con la prudencia, y por ese motivo, yo
recomiendo destinos dentro de Europa, Estados Unidos, Canadá o incluso Japón,
que no destaca por su nivel de inglés pero es un país civilizado y acostumbrado
al turismo.
Resumen: destinos en el primer
mundo: Europa, Estados Unidos o Canadá, entre otros.
- Planear todo al milímetro.
Cada minuto que
invirtáis coordinando vuelos, alojamiento y transporte antes del viaje, serán
horas de disfrute cuando estéis en ruta. No penséis “bueno, cuando llegue al
aeropuerto ya veré como llego al hotel”. NO. Facilitémonos la vida: es mucho
más fácil haber investigado antes y
saber las opciones (bus, taxi…) que tenemos ya antes de llegar al destino. Y
lo mismo para hoteles, desplazamientos, excursiones, etc.
Yo personalmente planeo todo al detalle y voy recopilando toda la información
en una libreta barata de los chinos que luego llevo conmigo y que muchas veces
substituye a una guía de viajes. Llego al punto de imprimir y pegar los recorridos
que tengo planeado hacer para así ahorrarme ir cargando con mapas y guías.
- Dinero, dinero, dinero y más dinero.
Con esto no me refiero a viajar en primera clase ni a hospedarse en hoteles de cinco estrellas, sino a tener acceso fácil al dinero cuando estéis en el extranjero. ¿Por qué? Porque podéis tener una emergencia (no os encontráis bien, os roban, recargo inesperado…) y en esos casos vais a necesitar dinero. Y no sólo cantidad, sino variedad. Me explico: no tengáis una sola vía de acceso al dinero por si ésta os falla, sino varias. En mi caso, procuro llevar dinero en efectivo (siempre repartido entre varios sitios, ¡nunca todo encima!) y una tarjeta de débito y otra de crédito que sólo utilizo cuando viajo. ¡OJO! Antes de viajar confirmad con vuestra entidad bancaria que podéis utilizar vuestras tarjetas en el extranjero. Algunos bancos las bloquean al detectar algún movimiento extraño en el extranjero, así que aseguraos de que vuestras tarjetas no quedarán bloqueadas por seguridad al usarse en el extranjero.
- Curarse en salud
A la hora de hacer la maleta, no olvidéis incluir la medicación que toméis normalmente, pero además incluir algunas medicinas que creáis que vais a necesitar, como paracetamol, ibuprofeno, algo para el resfriado… No en todos los países es tan fácil (ni tan barato) acceder a medicamentos como en España.
Si tenéis
alguna intolerancia alimentaria o
dolencia crónica, podéis llevar un papel donde la explique en el idioma del
país que visitáis para facilitar la comunicación en restaurantes u hospitales.
Aquí tenéis una páginas con tarjetas que podéis imprimir en el caso de que
seáis celíacos y visitéis Japón, por ejemplo:
http://www.celiactravel.com/cards/japanese/
http://www.shardsofblue.com/blog/2015/real-world/travel-2/surviving-gluten-free-in-tokyo/
Hay muchas enfermedades y trastornos diferentes, así que otra opción más fácil y rápida es buscar vuestra enfermedad en la Wikipedia en español y a continuación cambiar el artículo al idioma que os interese con la opción “en otros idiomas” que aparece en el menú derecho. Lo podéis imprimir y llevar con vosotros.
Por último, si residís en un país europeo y vais a viajar por Europa nunca está mal llevar la tarjeta sanitaria europea. Para más info sobre como tramitarla, os dejo este enlace:
https://w6.seg-social.es/solTse/jsp/Entrada.jsp
Por último, si viajáis fuera de Europa o por lo que sea no podéis tramitar la tarjeta sanitaria europea, planteaos contratar un seguro de viaje. Muchas agencias de viaje o páginas web de reserva de vuelos os lo ofrecerán cuando contratéis sus servicios, o también podéis optar por contratar uno por vuestra cuenta. Es tan fácil como buscar en Google “seguro de viajes” y navegar por las páginas hasta encontrar uno que os convenza. Normalmente el precio depende del país al que se va y de la duración de la estancia. Sobre todo, leed la letra pequeña, qué cubre y aseguraos que la manera de contactar con la compañía cuando estéis en el extranjero sea factible y sencilla.
- Prohibido ir con mapa en la mano.
Este es un consejo de seguridad básico aplicable a todo el mundo, pero más a mujeres que viajan solas. Una mujer sola, con aspecto desorientado y con un mapa en la mano llama la atención de carteristas y estafadores.
Un buen truco que yo he utilizado siempre es ahorrarse llevar guías y mapas encima usando el móvil. Me explico: la noche anterior, pensad en lo que os gustaría hacer el día siguiente. Buscad toda la información que necesitéis con vuestro teléfono usando el WiFi del hotel (como llegar ahí en transporte público, recorrido, fotografías, restaurantes cercanos, etc.) e id haciendo capturas de pantalla de lo que os interese. Aseguraos de que vuestro móvil está lleno de batería antes de salir y en el camino, podréis consultar sin necesidad de tener conexión a internet toda la información contenida en las capturas de pantalla de la noche anterior. Este método es simple pero evita cargar con el peso de las guías y da un plus de discreción, ya que permite disimular que somos turistas, cosa que viajando en solitario, es vital.
Por supuesto, si tenéis contratado algún tipo de acceso a internet desde el móvil en el extranjero, todo este proceso es mucho más sencillo ya que podréis usar Google maps y otras herramientas en tiempo real. También podéis optar por hacer fotos con la cámara del móvil directamente a las guías o mapas, con la misma finalidad, no tener que cargarlos y disimular.
Hasta aquí la primera parte del post, ¡nos leemos en la segunda!
Un abrazo,
Mocchan